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No debes salir de tu casa sin permiso

 

Llegaba a mi casa en el auto de mis padres, - como siempre mis padres hablando de trabajo y yo escuchando música en el asiento de atrás-, finalmente, llegamos a nuestra casa, bajamos del auto. Al lado de mi casa estaban nuestros vecinos, nos saludamos y conversamos un poco, volteé mi mirada y ahí estaba Alexander, el mayor de los tres hermanos, Lucy y Amanda, ellos muy amables,  pero el...  había algo extraño, no sé si era porque era el único de la familia que tenía ojos azules y pelo negro y era alguien de pocas palabras. Ignorándolo me adentré en la casa, subí hacia mi habitación y comencé a hacer tareas.

 

¡Emily, vamos a salir, llegamos tarde!-oí desde abajo, era mi madre

¡está bien, adiós!-Contesté

¡Adiós!-dijeron mis padres.

 

Después de dos horas finalmente terminé mis tareas, así que decidí bajar a la cocina a comer algo, saqué un plato, volteé y vi en la ventana una sombra, quedé paralizada, por un momento mi cuerpo no reaccionó solo, solté el plato y me fui corriendo hacia mi cuarto, inmediatamente cerré la puerta con seguro, tomé mi celular y le mande un mensaje a mis padres para preguntarles en dónde estaban, en ese momento oí unos pasos, sentí que alguien se acercaba, abrí los ojos y corrí rapidamente hacia mi baño, cogi un gas pimienta (que siempre guardaba), e hice silencio, nadie hablaba ni respiraba. Me apuré, tomé ropa y me cambié, me puse tenis comodos, cogí el gas y mi celular con un poco de dinero lo empaque en una mochila y me dedique a esperar.

 

Sentí un impacto en la ventana y entonces apareció un hombre con una máscara, corrí como loca hacia abajo,  cogí mis llaves y me fui a la calle, no sabía a donde ir, solo quería un lugar con más personas. Traté de tocar la puerta de mis vecinos, nadie contestaba, el hombre venía tras de mí, corrí, no se a dónde, solo pensaba en correr, me metí en un pequeño bosque cuando sonó el celular, el ruido me hizo saltar, vi el mensaje y decía:

 

-Hija estamos en McDonald’s -¿Enserio?- pense,

 

unas manos en mi boca me hicieron saltar, era aquel hombre, logré safarme y corrí hacia la cuidad Mc Donalds,  me dirigí hacia allá, miré hacia atrás, no había nada, tal vez lo perdí de vista , -gracias a Dios-  Caminé hacia el parqueadero del restaurante, cuando veo la misma sombra y una luz muy cerca, era un carro, casi me golpea, seguí corriendo, llegue a un callejón, ahí me llegó un mensaje que decía “No debes salir de tu casa sin permiso”,     -¿qué?-  sentí un golpe muy fuerte, terminé en el piso, cuando abrí mis ojos la sombra estaba ahí acercándose hacia mí.

 

Abrí mis ojos estaba en mi habitación, solo fue un sueño, menos mal, me alisté para el colegio, desayuné, cogí mis llaves y me despedí. Salí de mi casa, de repente me llegó un mensaje al celular,  decía:“No debes salir de tu casa sin permiso”, quedé sorprendida, miré a todos lados y no había nadie, solo estaba Alexander mirándome fijamente y sonriéndo malvadamente.

 

Carolina...

Un mundo extraño

 

 

Janeth, era una arquitecta muy rara y exitosa, había descubierto todo tipo de cosas, como el primer fósil de tiranosaurio rex, también los primeros humanos y quería descubrir más.Alguien le había comentado sobre un mundo que tenía cosas extrañas y la única manera de encontrarlo era cabando un hueco debajo de la tierra. Tardó mucho tiempo en mirar cuanto era de profundo el hueco y qué materiales necesitaba, planeó todo y se preparó, cogió la máquina que diseñó y empezo cabar, cabo y cabo, duro 2 días hasta que chocó con algo y la máquina se destruyó, todo salió volando, Janeth quiso repararla pero no lo logro, así que tuvo que acampar allí, pasó toda la noche hasta que amaneció, no se dio cuenta y estaba en un bosque, se sorprendió y empezó a explorar el lugar, cada observación la anotaba en su diario.

 

Derepente vio unas hojas que hacian como una especie de cortina, cogió sus cosas y abrió la cortina. Había una aldea grande llena de gente con carros grandes y llamativos, decidió investigar un poco más, cogió sus maletas y se fue a caminar, comenzo a mirar la cuidad y lo que alcanzó a ver fueron que las ventanas,las puertas, no se rindió y entró a un laboratorio que parecía abandonado, se instaló ahí y salió a tomar fotografías, analizó y escribió todo lo que era distinto a la ciudad, los colores eran más llamativos, las calles con formas irregulares, animales elásticos y personas con mucho maquillaje y bien vestidos, pero algo le faltaba así que decidió investigar, pero se dio cuenta que era tarde y que no tendría tiempo mañana.

 

Se levantó temprano y analizó la situación y se dio cuenta que le faltaba observar las casas por dentro, se vistió y vio una casa amplia, grande, con plantas a los lados. En el camino vio un periódico y tuvo una idea. Toco la puerta y abrió una señora alta, blanca y bien vestida:

-Hola que se te ofrece- dijo

-Hola soy la reportera de este diario y quisiera tomarle  fotos a su casa para publicarlas  en el  periódico-, respondí.

-claro pasa- dijo la señora.

 

Janeth tomó unas cuantas fotos y se dirigió al laboratorio, luego escribió sus conclusiones y se fue a casa.

 

Paso 1 mes y Janeth trabajaba en sus descubrimientos, decidió sacar un libro llamado “un mundo inesperado“, habló sobre cómo llego a a la aldea, las cosas extrañas,como la argolla  que apoyó su cuaderno, o esa foto micrófono con cable en la sala de la casa verde, o el lápiz sujetador que le prestaron para marcar las fotos, o los  esferos de colores que usé para decorar la portada, o cuando se tropezó con la silla en forma de dedo cartuchera y se sentó, o cuando sintió los pies canción de un gato, o cuando se saludo con el cartero y vio sus manos gato, o cuando fue a la granja y vio pulseras vacas y cuando llevo un libro rana, o las gafas sapo que se compró y finalmente, cuando se compró unos tacones esfero.

El libro tuvo éxito y se convirtió además en la mejor arquitecta .

 

Fin

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